ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO DE LAS ALTERACIONES DEL LENGUAJE – Luis Quintanar Rojas y Yulia Solovieva

Analisis neuropsi. de las alteraciones del lenguaje < Pulse sobre el nombre para leer

MANUAL DE ESTILOS DE APRENDIZAJE

Manual de estilos de aprendizaje – Pulse sobre el nombre para leer

LA INTELIGENCIA HUMANA, ¿NO TIENE LÍMITES?

 INTELIGENCIA Y WISC

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LIBRO: «LA DIDÁCTICA MAGNA» JUAN AMÓS COMENIO

AMOS COMENIO J – Didactica Magna

Pulse en el nombre y lea el texto completo de este libro crucial para la didáctica y la pedagogía.

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TECNOLOGÍA DE LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN

“La lectura de trabajos recientes sobre problemas de aprendizaje, publicados en el mundo occidental, sugiere que la forma en que se enseña tiene mucho que ver con la forma en que se aprende. Los griegos decían: “enseñando, aprendemos”, pero sólo recientemente cobró validez la recíproca: “aprendiendo, enseñamos”. Este criterio se robustece a partir de la adquisición de nuevos instrumentos para aprender, me refiero a las nuevas tecnologías digitales de la informática y las telecomunicaciones. En tanto, el actual sistema educativo no tiene, en general, instrumentos aptos para generar, desde sí, las transformaciones que exige una sociedad globalizada; parecería que estos instrumentos, deberían provenir de los enormes recursos que ofrecen las telecomunicaciones. Mientras tanto, aún asistimos asombrados a nuestra propia convicción de que si no modificamos los recursos pedagógicos, estaremos caminando hacia el fracaso del objetivo”.

Dra. Ilda Moreno. “Crisis del Aprendizaje” presentado en las Jornadas Uruguayas de Psicopedagogía y Dificultades de Aprendizaje CEDIIAP-1998

 

Nuestra ponencia apunta a plantear una reflexión, acerca de cómo los sistemas de enseñanza- aprendizaje, requieren una periódica revisión, en la medida que avanzan nuestros conocimientos sobre cómo el hombre cambia su visión y su accionar en el mundo y a medida que avanzamos más, en el conocimiento de cómo nuestro cerebro procesa la información.

Las transformaciones que nosotros mismos realizamos en la realidad, modifican nuestras representaciones, nuestros hábitos perceptivos, nuestros deseos, nuestros intereses.

“Todas las representaciones que conocemos se asocian con su referencia, que es contingente de variación a medida que cambia el mundo o la cultura” Putnam.

Uno de los mayores problemas que enfrentan los padres, educadores y profesionales de la salud, es la contradicción que existe entre el sistema educativo y el entorno sociocultural en el que nacen y crecen las nuevas generaciones.

El chico esta dentro de una situación paradójica, pues la escuela se enfrenta en la actualidad a un tipo diferente de alumno, modelado por los medios  electrónicos de masas, con su predilección por la imaginería visual, la inmediatez, la no-linealidad y la fragmentación.

El modelo de aprendizaje que ofrece la Escuela al alumno, pone el acento en la presentación secuencial de los contenidos, el orden social, la jerarquía, la continuidad y el rechazo de la actitud inmediata.

Uno de los problemas más serios que debería plantearse hoy la pedagogía es la divergencia, o incluso contradicción desde el punto de vista de los parámetros comunicativos, entre la escuela y la sociedad para la cual teóricamente educa, entre el ámbito escolar y el entorno sociocultural en el que crece el alumno.

Mientras en la Escuela, la forma de expresión hegemónica es la verbal, en la sociedad es la icónica o audiovisual, características de una cultura mosaico.

Mientras que la escuela educa fundamentalmente “en” la palabra hablada y escrita y “con” la palabra hablada y escrita, en la sociedad el alumno recibe fundamentalmente mensajes de tipo audiovisual.

Estamos frente a un cambio de paradigma socio-cultural, frente a un proceso evolutivo de la experiencia perceptiva, en un pasaje de lo que podríamos llamar del homo tipográfico, al homo iconográfico.

El lector, se enfrenta a una realidad estática, abstracta, analítica, lógica, a un universo de conceptos e ideas; el televidente, el cibernauta en cambio se enfrenta a una realidad dinámica, concreta, inmediata, a un universo de objetos y realidades, de emociones y sensaciones.

La cultura icónica en la que se mueven los niños y adolescentes de hoy, acaba por transformar sus gustos, sus hábitos perceptivos e incluso sus procesos mentales, convirtiendo en desfasadas e ineficaces muchas de las formas de comunicación utilizadas tradicionalmente.

Esas modificaciones perceptivas, afectan no solo a la aceleración en la estimulación sensorial, sino también a la exigencia de la calidad de los estímulos, y esto nos lleva a caer abruptamente en el consumo; cada vez demandamos más y mejor imagen, mejor calidad de sonidos, nuestro equipos de audio, nuestras computadoras se vuelven rápidamente obsoletas.

Investigaciones recientes nos han aportado información, acerca de los riesgos que tiene el pasar muchas horas frente a la Tv o la computadora para niños y adolescentes, en especial, como altera sus niveles de atención, la regulación de la conducta y compromete sus aprendizajes.

Parafraseando a McLuhan, la TV, la computadora, como integrantes privilegiados de la cultura icónica, son una prolongación de la vista y el oído que impone al procesamiento cerebral de la información un ritmo visual trepidante. Una investigación, que se hizo sobre la densidad de planos en la publicidad televisiva, analizo 115 spots publicitarios.

Cada plano es una Toma del spot. Estudiando la publicidad que se destinaba a los niños, cada toma no duraba más de 1,11 segundos por plano.

Cada cambio de plano, supone un cambio de la realidad representada o, al menos un cambio del punto de vista desde el que se observa la misma realidad. Las nuevas generaciones, que según las estadísticas ven un promedio diario de tres horas y 12 minutos de TV, cambian de realidad observada, o por lo menos de punto de vista, en un periodo menor a los dos segundos.

Aunque no toda la TV, ni la navegación en Internet, etc, tengan el ritmo de la publicidad, no hay duda que esos parámetros expresivos de la publicidad acaban de imponerse en la configuración de los demás discursos multimediales.

Vemos cómo la posibilidad que nos da la tecnología, acaba convirtiéndose en una necesidad psicológica, las nuevas generaciones necesitan cada vez más estimulación visual para poder captar su atención y mantener su interés. Y por si la estimulación visual no fuera bastante frenética, el espectador de TV, o el internauta, la incrementa mediante el cambio, más o menos compulsivo de canal, de página web:  el zapping.

Este tipo de comportamientos fragmentarios frente a los medios tecnológicos audiovisuales , obviamente van incorporándose a otros ámbitos de la vida; los chicos mantienen su atención en el aula, cada vez durante menos tiempo, cada vez leen menos libros y textos menos extensos, se comunican más telegráficamente, ya sea hablando o escribiendo, pensemos en la nueva cultura de mensajes por celular, que ha puesto en boga un nuevo código de comunicación donde todo se abrevia, se sustituyen letras, se omiten otras, y después, nos planteamos en los Congresos: ¿Qué está pasando, que cada vez, encontramos más alumnos con importantes trastornos del lenguaje, especialmente de la lectura y la escritura?

Gracias a las investigaciones de numerosos científicos, hoy se conoce el sustrato neuro-anatómico, (las distintas áreas cerebrales), que regulan los procesos neuropsicológicos en que se basan las habilidades matemáticas, la lectura, la atención, la percepción auditiva, la memoria verbal entre otros. También hay evidencias, tomadas de investigaciones realizadas por el psicólogo neozelandés Dr. J Flynn, de la universidad de Otago, y avaladas por el Dr. Kaufman (USA, desarrollador del WISC III), que: “el uso de la tecnología hace que las personas tengan mejores puntuaciones en pruebas de inteligencia, a medida que pasa el tiempo..”

La computadora es esencialmente una herramienta facilitadora de la comunicación, y nos permite, con un mediador capacitado reproducir un ambiente de trabajo muy similar al que el niño interactúa en un juego. Esto lo mantiene atento y motivado y nos permite trabajar con él en las áreas cuyos aprendizajes nos interesa estimular, así como observar, y realizar hipótesis sobre su modalidad cognitiva.

Contribuirá además en la organización de su atención, la memoria, la secuenciación, la planificación sobre bases perceptuales, (visuoauditivas), motoras, (uso del ratón, teclado, postura) y lingüísticas, (comprensión de consignas verbales, y escritas, explicación de situaciones, desarrollo de estrategias de resolución de las mismas), integración y memoria auditiva, visual y semántica, lenguaje, desarrollo de conciencia fonológica, cálculo, lógica, secuenciación y funciones ejecutivas (atención, planificación, control comportamental).

A su vez, se han constatado muy buenos resultados en los tratamientos de chicos con trastornos de la lectura (dislexia y sus diferentes subtipos), la escritura, y el cálculo (discalculias), así como en los retrasos de lenguaje, afasias, cuadros del espectro autista (Autismo, síndrome de Asperger) y trastornos por déficit de atención con o sin hiperactividad.(ADHD). Pero reiteramos que estas ventajas y logros, se deben en gran medida a que el uso de la tecnología con los chicos ha sido supervisada, planificada por adultos.

QUÉ APORTAN LAS NEUROCIENCIAS A LOS EDUCADORES.

Desde épocas muy remotas, los hombres se han planteado la interrogante de cómo se origina la actividad mental, la percepción, la acción planificada, el pensamiento.

La moderna ciencia del cerebro, la neurociencia, surge por los años 70, a partir del desarrollo de nuevas técnicas de estudio de la dinámica celular del sistema nervioso y con la convergencia de de varias disciplinas, previamente dispersas, que trataban sobre el cerebro: la biología celular y molecular, la neuroanatomía, la electrofisiología. En los últimos años, el estudio de la anatomía cerebral ha avanzado aun mas con el aporte de nuevas técnicas de neuroimágenes que han revolucionado el estudio y nuestra comprensión de las funciones cerebrales superiores, pudiendo hacer observaciones de “el cerebro en acción” lo que nos ha permitido develar los grandes misterios de la cartografía de los circuitos neuronales.

El SNC está formado por varios sistemas funcionales diferenciados. Por ejemplo, sistemas diferenciados para cada una de las modalidades de sensación, (tacto, vista, oído, gusto , olfato) y para la acción.

En cada sistema funcional intervienen varias regiones del encéfalo que desempeñan diversas tareas de procesamiento de la información.

EL CEREBRO COMO COMPUTADORA MODULAR

Una de los grandes interrogantes y desafíos en pos de explicar el funcionamiento del cerebro y los procesos mentales, tiene que ver con que si ese sistema que nos permite percibir, aprender, memorizar, razonar, resolver problemas, hablar, etc., es de naturaleza unitaria, de modo que los mismos procesos cognitivos se emplean en cualquier tipo de contenido, por ejemplo, físico, matemático, psicológico, social; o por el contrario, si la estructura mental está constituida por un conjunto de sistemas especializados, módulos, cada uno encargado de resolver total o parcialmente un tipo de problemas específico.

El primer mapa conocido del cerebro se encontró sobre un papiro egipcio que se cree fue delineado alrededor del 3000 antes de Cristo. A principios del S.XVII , Descartes concibió la noción de que la mente existía en una esfera del universo material, diferente de las otras, para él, el cerebro es una especie de receptor de radio comunicado con la dimensión de la mente a través de la glándula pineal; posteriormente hubo otras conceptualizaciones diferentes, hasta que llegamos al s. XVIII, donde encontramos a Gall, como iniciador moderno de las ideas modulares del cerebro. Su doctrina de la localización cerebral de las funciones psíquicas puede asimilarse al concepto moderno de módulo o procesador cerebral. Broca en 1861 localizó científicamente el primer procesador cerebral, el módulo del habla. Posteriormente, Wernicke descubre el centro del lenguaje comprometido en la comprensión del mismo. Las diferentes patologías que se van investigando permiten profundizar en la descripción de los distintos módulos o unidades funcionales del cerebro, aunque siempre con la salvedad de que todos estos módulos o procesadores están profusamente interconectados e incluso replicados. Concepto de “Pribram”.

La cibernética y los estudios de tratamiento de la información nos aproximan al concepto del cerebro como computadora, asimilándolo a una máquina de Turing, en la que un dato entrante es comparado con otro existente en la máquina y sale de ésta modificado como resultado de esta comparación, proceso al cual se le llamó computación.

Fodor estableció el concepto de modularidad para los procesos perceptivos y cognitivos, de tal manera que la mente funcionaría como un conjunto de módulos o procesadores computacionales encargados de tareas diversas. Estos conceptos de la psicología cognitiva son trasladados por Moscovitch y Lumiltz a nivel neurofisiológico en el modelo conexionista. Es en las conexiones neuronales, en las redes de trabajo, donde se almacena la información, formando estos circuitos la base de los módulos o estructuras funcionales. Este proceso modular, implica una larga organización que se ha dispuesto en forma modular en el proceso filogenético, y también en el ontogenético, de modo que nuevos componentes o módulos se desarrollan en interacción con los ya existentes, creando nuevas competencias y capacidades.

Otro concepto básico para comprender la modularidad cerebro-mente es la plasticidad cerebral. Ramón y Cajal estableció experimentalmente que el aprendizaje y la memoria producían transformaciones en las colaterales neuronales. En 1949, Hebb postuló la plasticidad cerebral, que ha recibido posteriormente repetidas demostraciones experimentales. Ello implica que en el cerebro se forman nuevos circuitos o módulos cada vez que se aprende algo. Las huellas mnémicas son almacenadas en los circuitos cerebrales, muchos de los cuales son formados ex profeso para este almacenaje. Aprender algo es modificar la estructura del cerebro, formar nuevos circuitos cerebrales, nuevos módulos o estructuras cerebrales

Hay circuitos cerebrales constituidos genéticamente donde esta contenida toda la información psíquica y comportamental incluida en los genes –en los pscicogenes (15)- y que podemos llamar información primigenia (16), que estará formada por los instintos, la afectividad y aquellas cualidades propias de la especie humana, como la capacidad de adquirir un lenguaje.

LAS ESTRUCTURAS INTERPRETATIVAS

“ La realidad…,  es la realidad para nosotros”; éste sería el punto de partida en La Crítica de la Razón Pura de Kant. Podríamos completar esto, diciendo que esa realidad que aparece en la Conciencia es siempre una realidad virtual, que puede coincidir con la realidad objetiva que interpreta, pero que puede incluso no existir, como en el caso de las alucinaciones. La interpretación de la realidad, seria esa construcción que realizan las estructuras o módulos cerebrales llamadas estructuras interpretativas La carencia o lesión de las mismas dará lugar a la no interpretación de la realidad objetiva, como ocurre cuando desconocemos un idioma, o en las agnosias. Para poder interpretar la realidad es necesario que previamente existan unas huellas mnémicas, unos circuitos cerebrales, unas estructuras interpretativas, que sean capaces de computar la información entrante en el cerebro.

La sensación de realidad, con la que percibimos una fotografía o las imágenes de una película, se debe a que activan las mismas estructuras cerebrales que sirven para interpretar los objetos equivalentes de la realidad.

No “vivimos” en la realidad objetiva, como ingenuamente se piensa, sino en un mundo virtual, que coincide más o menos con el objetivo. El cómo sea ese mundo depende de nuestras estructuras interpretativas, de cómo sea nuestro cerebro, que se modifica con el aprendizaje y con el pensamiento.

Las estructuras interpretativas no son simples cogniciones, sino que la interpretación tiene un significado cognitivo, afectivo y conductual. Interpretar es dar una respuesta en estos tres campos, e incluso en el somático. Las estructuras interpretativas son altamente complejas y abarcan todos los aspectos de la actividad mental y somática.

A MODO DE REFLEXIÓN:

Si la constante del cerebro humano es el cambio, es modificar y modificarse, es la adaptación y construcción activa de representaciones y significados a partir de estímulos internos y del entorno, nos preguntamos…

¿Cómo puede pretenderse que los alumnos moldeados por los medios de masas audiovisuales, puedan mantener horas su atención y motivación hacia un docente que se limita a expresarse verbalmente y al que además deben contemplar casi siempre desde un único plano?

Creo que el devenir tecnológico es parte de esta realidad que hemos construido socialmente, realidad que nos modifica, y que modificamos. Forma parte, emula y modifica nuestros procesos mentales adaptándolos a esa nueva realidad que nosotros mismos construimos.

Ya no podemos parar estos cambios que se han producido, pero si podemos reflexionar y aprender a tomar de las mismas fuentes que generaron estas problemáticas socio-culturales las herramientas que utilizan para tener éxito.

Hay todo un aspecto que tiene que ver con el efecto de intención de la propaganda y la publicidad y el discurso audiovisual en general, que involucra la seducción. Seducir implica interesar a otro, hacer que nos preste atención, suscitar su curiosidad e interés por conocer más. Sin duda, tenemos que investigar y aprender mas sobre como seducir a las nuevas generaciones.

“No se habla para decir algo, sino para conseguir un determinado efecto”

Me gusta pensar, que después de dar una clase o una conferencia, los que me han escuchado, me recuerden, no por los contenidos que pude trasmitir, sino por la inquietud que puedo haber generado en ellos sobre determinados temas. En realidad, el conocimiento, los saberes, pueden estar acumulados en libros, en hipertextos, en grabaciones, en pinturas, en los ancianos de una tribu, o en otros medios, lo importante son las preguntas que podamos hacer surgir en cada uno. Preguntas que nos llevan a lo largo de la vida por inesperados caminos donde vamos tratando de encontrar las respuestas.

“El Maestro que intenta enseñar, sin inspirar en el alumno el deseo de aprender, está tratando de forjar un hierro frío.”

 

Bibliografía.

Damasio, A.-El Error de Descartes

Damasio, A – En busca de Spinoza.

Fodor, J.(1983): La modularidad de la mente.

García, E.(1997): Ciencias y tecnologías en el estudio de la menteCuadernos de Realidades Sociales.

Gardner, H Frames of Mind, The theory of Multiple Intelligence.

Kandel, E – En busca de la Memoria.

Kandel, E y colb. Principios de Neurociencia.

Perez Fonticiella, S – La Cultura Icónica.

Pérez Fonticiella, S – El Discreto encanto de la seducción Audiovisual.

Pérez Fonticiella, S – Reeducación y Rehabilitación Neurocognitiva en Entornos Informatizados.

Pribram, K y Luria. – Psychophysiology of the Frontal Lobe.

Silvia Pérez Fonticiella.

Investigadora en Neurociencias.

NEUROPLASTICIDAD: EL CEREBRO HUMANO POSEE NEURONAS «MESSI», DISPUESTAS A ENTRAR EN ACCIÓN

Ya en 1894, Don Santiago Ramón y Cajal, había vislumbrado la posibilidad de que algún tipo de cambio en las sinapsis, podía ser importante en el aprendizaje:

 «Podemos admitir como algo totalmente verosímil, que la ejercitación mental suscita, en las regiones cerebrales más solicitadas, un mayor desarrollo del aparato protoplasmático y del sistema de colaterales nerviosos. Así, las conexiones preexistentes entre ciertos grupos de células, se reforzarían notablemente a consecuencia de la multiplicación de las fibrillas terminales de los apéndices protoplasmáticos y de los colaterales nerviosos, pero además, podrían establecerse conexiones intercelulares totalmente nuevas” “LA FINE STRUCTURE DES CENTRES NERVEUX”

(Conferencia de Ramón y Cajal en la “Royal Society” de Londres).

 Por su parte, John Locke, sostenía que no hay conocimiento innato, la mente es comparable a la “tabla rasa” en la que se inscriben las experiencias. Todo depende de “Aprendizaje”, de la acumulación de ideas que, cuanto más eficazmente se vinculen, más duradero será su efecto sobre el espíritu.

 Emmanuel Kant, por su parte, sostenía lo contrario; afirmaba que:

“Nacemos con ciertos esquemas de conocimiento innato, los que determinan cómo habrá de percibirse e interpretarse la experiencia sensible”.

 Por su parte, Eric Kandel, (Premio Nobel de Medicina 2000), al contemplar el reflejo de la retracción de la branquia dela Aplysia, observó que ambas doctrinas poseían su mérito y que se complementaban. La anatomía del circuito neural, decía Kandel, es un ejemplo de conocimiento, a priori “kantiano”, mientras que las modificaciones de la firmeza de conexiones particulares, dentro de un circuito, reflejan la influencia de la experiencia de acuerdo a la noción de Locke.

 ALGUNAS EXPERIENCIAS

 El estudio de Keller y Just, fue diseñado para descubrir los cambios físicos en el cerebro de los malos lectores que hacen la transición a la buena lectura. Se escanearon los cerebros de 72 niños, antes y después de que pasaran por un programa de seis meses de clases de recuperación. Utilizando imágenes de tensor de difusión, (DTI), una nueva técnica de imágenes cerebrales que rastrea el movimiento del agua, a fin de revelar la estructura microscópica de la materia blanca, Keller y Just encontraron un cambio cerebral que involucra la sustancia blanca que conecta diferentes partes del cerebro, en forma coordinada:

 “Las moléculas de agua que están dentro de las fibras nerviosas, tienden a moverse o difundirse en paralelo a las fibras del nervio”, explicó Timothy Keller, científico de investigación de la Universidad Carnegie Mellon, y autor del primer estudio sobre desarrollo de la materia blanca deprimida, en el autismo. Al respecto, agregó: “Para realizar el seguimiento de las fibras nerviosas, buscamos las  moléculas de agua que se mueven y producen una hoja de ruta del cableado del cerebro”. Los estudios sobre autismo, que se realizaron con DTI, han demostrado que tanto los niños, como también los adultos con dificultades para lectura, muestran áreas de materia blanca deprimidas.

 La doctora Paula Tallal, Ph.d, científica del Rutger University, Newark Center for Molecular & Behavioral Neuroscience, para comprobar si este tratamiento mejoraba los mecanismos disfuncionales neurológicos  de la dislexia, diseñó un estudio de neuroimagen con niños disléxicos de8 a12 años. Luego de la intervención, los niños disléxicos mostraron una mejoría, tanto en el lenguaje oral, como en la lectura de palabras. Fisiológicamente, aumentaron su actividad en las áreas temporo-parietales izquierdas y en el giro frontal inferior izquierdo, presentando un perfil semejante al observado en lectores normales.

 ¿QUÉ ENCONTRAMOS ENLA CLÍNICA?

 En la clínica puede observarse que luego de un diagnóstico y las   intervenciones pertinentes, cirugía, neuro-rehabilitación, etc., el paciente presenta mejoría en su calidad de vida, respecto a su patología y déficit originales. Pero, ¿cómo respaldar científicamente esta percepción de mejoría? Su recuperación funcional puede valorarse a través de diversas técnicas de exploración, especialmente a través de neuroimagen, la que permite investigar los fenómenos de recuperación intra-sistémica, (withinsystem), si es que los daños del sistema funcional son parciales; y los fenómenos de “Crowding”, tras una destrucción mayor, lo que puede indicar que otros grupos neuronales, incluso en el hemisferio contra-lateral, han asumido funciones para las que previamente, no estaban diseñadas, y que han debido activarse o reconvertirse, para suplir funciones de reorganización del córtex.

Algunas experiencias señalan que esto ha traído algunos inconvenientes; se ha observado por ejemplo, que en un grupo de pacientes con epilepsia sintomática, desarrollada en los primeros años de vida con afectación específica del hemisferio izquierdo, el hemisferio derecho había adquirido ciertas funciones del lenguaje, aunque con disminución de las habilidades visuoespaciales para las que estaba diseñado.

Los estudios sobre la efectividad de diferentes tipos de intervención, como por ejemplo en la rehabilitación de la atención o de la memoria, persisten en afirmar que hoy, los programas de rehabilitación neuropsicológica que ofrecen mejores resultados, no son aquellos basados en la repetición sistemática de ejercicios y tareas, sino aquellos que entrenan la sustitución de los procesos alterados por la lesión, a través de las funciones preservadas, como también, aquellos que adiestran a estas personas en el empleo de diversas ayudas compensatorias.  Esto lleva a pensar que, desde el punto de vista del funcionamiento cerebral, gran parte de los cambios cognitivos y conductuales observados en los pacientes, serían consecuencia, no tanto de la reactivación de los circuitos cerebrales dañados, sino de una utilización más eficiente de otros sistemas y redes de neuronas no afectadas por la lesión, como también, del empleo de ayudas externas que reducen la necesidad de determinados recursos cognitivos, (Park e Ingles, 2001; Sohlberg y Mateer, 2001).

 LA NEUROPLASTICIDAD, UN DESAFÍO Y UN NUEVO CAMPO DE PROBLEMÁTICAS

 Podríamos pensar el fenómeno de la plasticidad cerebral, desdela Teoríadela Complejidad, partiendo de la premisa que los sistemas biológicos, son sistemas auto-formantes o auto-organizadores, y que las relaciones entre sus elementos pueden fluctuar sin que se transforme toda la estructura; el sistema puede mantenerse estacionario, aun sufriendo modificaciones.

La auto-organización del sistema, tiene como uno de sus insumos, la información que este mismo desecha, por lo que estos sistemas se denominan: “Sistemas disipativos”; hay una energía que “sobra”, (apoyándose en las leyes de la termodinámica y las conceptualizaciones de IIya Prigogine), sistemas que generan y administran energía. Esta información es reutilizada y permite generar nueva plasticidad. A esta plasticidad sináptica, que no siempre es un patrón de actividad, se la denomina: “Metaplasticidad”.

Nuestro cerebro responde a los estímulos externos, a veces como un todo y otras veces, compartimentado. La información fluye dentro del sistema, se almacena, se reutiliza, se desecha. El sistema sufre cambios a partir de información que le ingresa y le produce desequilibrios “termodinámicos”, los que a su vez, generan nueva información; luego, el cerebro “aprende” y permite le permite reorganizarse.

En el cerebro co-existen orden y desorden, pero no como conceptos antagónicos, sino como nociones complementarias y la idea de desequilibrio puede generar un nuevo insumo al sistema, (una idea, un hecho que impacta; es decir, algo que genera reflexión y aprendizaje), muestra cómo, los fenómenos de organización, aparecen en condiciones de turbulencia, (crisis, “clics” a partir de reflexiones, aprendizaje de la experiencia, etc).

 RECONVERSIÓN NEURONAL Y RESERVA CEREBRAL

 “El hecho de que las neuronas puedan expandir su campo de influencia, significa que si unas mueren, las que permanecen pueden aumentar sus campos para resolver, en parte, el poder de procesamiento perdido”

                                   Kolb B. Brain, Plasticity and behavior. New Jersey

 Dennis y colaboradores, (2000), hablan dela ReservaCerebral, refiriéndose al tejido del SNC disponible para el cambio adaptativo, o a la plasticidad en respuesta a los eventos normales y anormales ocurridos durante toda la vida.

 ¿NEURONAS EN EL “BANCO DE SUPLENTES”?

 Los científicos continúan trabajando en el problema, pero…, ¿Cómo generamos plasticidad a largo plazo?; ¿Cómo y cuándo evaluar la rehabilitación funcional?

Durante los primeros meses de un tratamiento de rehabilitación o intervención quirúrgica, se evidencia una mejoría espontánea y no puede atribuirse los cambios a la neuro-rehabilitación. Al revisar la literatura existente sobre el particular, podemos encontrar que algunos de los estudios a través de neuroimagen, sobre cambios producidos tras la lesión, no incluyen medidas anteriores y posteriores que permitan comparar los cambios. Otros, sin embargo, sí los incluyen, lo que aporta robustez a sus resultados sobre la relación entre la recuperación y los cambios metabólicos y funcionales. Por otra parte, la actividad cerebral cambia a medida que se avanza en el proceso de rehabilitación, o a medida que las habilidades cognitivas, motoras o sensoriales, mejoran tras una lesión. La efectividad de la rehabilitación o su progresión, pueden depender de la fase o momento de la evolución de la lesión y es muy probable que el grado de mejoría correlacione de alguna manera, con el grado de reorganización funcional del cerebro, para esa función. Esta observación, junto con la idea de la variabilidad entre individuos, lleva a la necesidad de Estudios longitudinales realizados en los mismos pacientes, para aumentar el conocimiento de los cambios dinámicos de reorganización cerebral.  Conforme se avanza en el conocimiento de los mecanismos neuroquímicos y neuroanatómicos que dirigen la plasticidad cerebral y la capacidad de recuperación funcional, se podrá diseñar estrategias específicas de actuación temprana, cada vez más adecuadas, y adaptarlas a la población infantil con alto riesgo de sufrir secuelas derivadas de patologías neurológicas.

Recientes estudios con técnicas neurofisiológicas que ofrece la neuroimagen funcional de redes neuronales implicadas en funciones cognitivas comola MEG, (magnetoencéfalografía), abren un campo de investigación para el conocimiento de patologías de la cognición y neuropsicológicas, y para el conocimiento del papel que podamos estar desempeñando con nuestra intervención, mediante estrategias cognitivas y farmacológicas, en la recuperación o no recuperación de las funciones implicadas. A través de este conocimiento, se abre la posibilidad de ayudar al cerebro a construirse, facilitando así sus propios mecanismos de neuro-plasticidad.

Desde un abordaje cognitivo y conductual, puede aseverarse que si se trabaja la “atención”, durante la ejecución de las tareas, se aprende y se recuperan funciones más rápidamente. En cuanto a la recuperación de déficit cognitivo y funciones mentales superiores, incluyendo el lenguaje, es imprescindible realizar una valoración neuropsicológica completa antes de diseñar las estrategias de rehabilitación; de esta manera, podrá determinarse, cuáles son los componentes afectados del sistema y cuáles, los conservados; estos últimos, podrán servir de apoyo y punto de partida de la terapia. El arsenal de baterías, permitirá establecer con mayor objetividad los resultados obtenidos en los procesos de rehabilitación aplicados a personas que sufren algún trastorno que, cognitiva y socialmente, les resulte discapacitante. Es fundamental la realización de estudios bien diseñados, con evaluación mediante pruebas neuropsicológicas y técnicas de imagenología cerebral, (principalmente funcionales), así como ensayos clínicos controlados, aleatorios, en relación a la aplicación de estrategias de rehabilitación psicosocial, con la finalidad de obtener mayor evidencia clínica, al respecto.

La mayor objetivación de los eventuales progresos resultantes de la aplicación de alguna estrategia terapéutica, psico-socialmente rehabilitadora, permitirá optimizar la gestión de los recursos disponibles en las intervenciones terapéuticas que se realizan en el campo de la salud mental.

Profundizar la comprensión del desarrollo del cerebro, desde una perspectiva científica, puede impactar poderosamente en la educación. Los neuro-científicos pueden aportar el conocimiento que se construye acerca de los cambios que experimenta el cerebro, cómo procesa la información, cómo la almacena y cómo las emociones están ligadas a todo proceso de aprendizaje, de modo de brindar a los educadores, un marco de referencia para mejorar la práctica educativa.

Pensemos, por ejemplo, que el famoso jugador de fútbol, Lionel Messi, estuvo alguna vez en el banco de suplentes y logró emerger de sus dificultades para convertirse luego en estrella. Me gusta pensar, que cada uno de nosotros tenemos en alguna parte de nuestro sustrato cerebral, un “banco de suplentes”, habitados con neuronas “Messi” ávidas de de entrar a la cancha a jugar; sólo requieren los estímulos necesarios, para que ello ocurra.

                                                       Prof. Neuropsic. Ing. Silvia Pérez Fonticiella

                                            Consultora en Neurociencias

                                            Córdoba – República Argentina

                                            e-mail:  iinnuar@gmail.com

                                            blogs: iinnuar.wordpress.com

                                                       neuropedagogiahoy.wordpress.com

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Todos los problemas…. son problemas de Educación??

Con frecuencia, padres, tíos o abuelos de los pacientes, comparten con nosotros muchas inquietudes del contexto inmediato, relacional e institucional en el que participan sus niños. Así, surgen conversaciones muy interesantes que nos llevan a replantear algunos temas, que intercambiamos a través de  e-mails y archivos, lo que permite estrechar lazos y vínculos con ellos, logrando que la tarea del terapeuta, del médico, del profesor, del psicopedagogo…,  se despliegue en un ámbito más amplio que el consultorio, beneficiando con ello al niño, a su familia y también a nuestra praxis.

Un joven abuelo, recordaba sus tiempos escolares, cuando las diferencias entre los chicos se resolvían: “a la vuelta de la escuela”; se llegaba a casa sin corbata, con algún botón de menos en el guardapolvo, ya irreconocible por el barro, pero al día siguiente se volvía a compartir un “picadito” de fútbol con ese mismo compañero. Si los sucesos de “incompatibilidad de  caracteres” se producían dentro de la escuela, el niño varón, (en esa época las nenas eran más tranquilas, por lo menos las que llegaban a la Escuela), debía ir a la Dirección. Ahí,  no importaba si era mujer u hombre, alto o petizo, uno no podía mirar a la cara al docente Director por la vergüenza que sentía; era como estar frente a un prócer, como haber cometido un delito contra la patria, no hacían falta más que sus palabras de reprimenda, para que uno se volviera al aula calladito y la próxima vez, lo pensaría dos veces antes de sucumbir a la tentación de armar lío. Y ni hablar cuando se llegaba a la casa con la cartita de la maestra dirigida a los padres. Los padres neoliberales nos cortaban la salida a jugar o mirar TV, o las moneditas para comprar bolitas, figuritas o revistas. Los otros padres, fieles a su ortodoxia de: “la letra con sangre entra”, hacían uso de la clásica: “zapatilla pedagógica”. Hoy, padres, abuelos, tíos y otros adultos en general, se preguntan qué pasó con el modelo que teníamos; qué ocurrió para que ahora un chico, vaya la primera semana al colegio y los docentes, atentos a que ya no pueden con él, llaman a la familia y piden que sea atendido por un psicólogo o una psicopedagoga; algunos, incluso, van más allá y piden que sean medicados.

Pero el tema es más complejo que planteos recién expuestos.  Como ya lo hemos planteado en varios artículos, anteriormente, la sociedad evoluciona y el ser humano, tanto en sus aspectos intelectuales como de personalidad, se va transformando. Además, el avance científico permite conocer, por ejemplo en nuestra área de las neurociencias, el origen fundamentalmente orgánico de las dificultades de aprendizaje, (el Dr. N. Fejerman ha realizado una clara clasificación al respecto), o de algunos desórdenes de la personalidad  o de la conducta, que  llevan a prestar atención  a causas  multifactoriales, dejando atrás teorías predominantemente basadas en el inconsciente, en el vinculo madre-hijo, o en las circunstancias de vida, como causa única. Los mismos desarrollos tecnológicos que permiten tener al instante la novedad de la noticia, conocer con mayor profundidad la causa de las enfermedades y de las conductas , así como brindar cada vez mejores tratamientos o instancias de entretenimiento para lograr mejor calidad de vida, son los que nos han aportado el modelo de la inmediatez, de la rapidez, del mínimo esfuerzo, de la pasividad del espectador, con toda la connotación negativa que esto trae a la hora de poner en marcha procesos de enseñanza-aprendizaje especialmente en los niños. Como decía Maria Elena Walsh, “en mis tiempos había tiempo”;  los padres de hoy pasan más tiempo en el trabajo, en el súper, en el auto llevando y trayendo a sus hijos a la escuela, a la maestra particular, a  la clase de danza o patín, al club deportivo, al psicólogo, a la psicopedagoga, que el que deberían compartir con ellos en el hogar, leyendo cuentos, jugando al ludo, haciendo una torta para tomar la leche, hablando de los temas importantes de la familia, contándole historias de cuando ellos eran chicos, ayudándolos a hacer la tarea… En definitiva, ¿con qué pautas y valores van creciendo nuestros hijos?  -con las ajenas. Un buen día, descubrimos que hacen y dicen cosas, que nadie les enseñó en casa; muchos padres me dicen:  “no sé por qué hace esto, si nosotros en ca sa no somos así”; en definitiva, ven a su propio hijo como a un extraño… Y lamentablemente, esto trae consecuencias, tanto en los padres como en los hijos. Los padres nos consultan porque no saben qué hacer con el niño: “tiramos la toalla”, “ya no hay penitencia ni palmada que funcione”, “hace lo que quiere”… Existe una subversión de valores y roles, que me recuerdan al brillante  libro de M. Tort, llamado: “Fin del dogma paterno”, en el que se plantea que  “el inconsciente no entiende que el Padre ya no es lo que era”; pero también nos alienta planteando: “En la sociedad ha quedado un lugar vacante para otros recorridos de la parentalidad , en los cuales se ha inscripto otra versión del psicoanálisis de larga data, a partir de su experiencia práctica y no del reciclaje del Padre de la religión”(en términos freudianos). Creo que aquí está la clave, La tarea común a resolver, será entre los profesionales del campo neuropsi y los educadores, conjuntamente con los padres. Estas dificultades de los padres para desempeñar adecuadamente su rol,  sin caer en los extremos de la negligencia o el autoritarismo, llevan a los niños a una importante confusión y hace que ellos llenen esos pequeños intersticios, esos  vacios  de autoridad, limites y valores, con su deseo, con su tendencia al mínimo esfuerzo, con sus ganas de seguir siendo chiquitos y no asumir las responsabilidades acorde a su crecimiento.

Cuando el niño tiene “no sólo” falta de límites…..

Cuando a estas situaciones, más comunes de lo que se cree, se agrega la posibilidad de que un  niño con nivel intelectual normal, traiga alguna enfermedad congénita o disfunción de origen neurológico, la que se manifestará a través de dificultades de aprendizaje o trastornos de conducta, los padres comienzan a recibir llamados de atención de la escuela y sugerencias, sobre cómo ayudar  al niño a tener mejor vinculo con sus pares y mejorar su rendimiento escolar. Pero si además, luego de realizar una correcta evaluación neurológica, psicológica y clínica del niño, nos encontramos con un diagnóstico frecuente hoy día, como es el de TDAH, (Trastorno por déficit de Atención, con/sin Hiperactividad), la situación se torna aún más compleja. Los niños con diagnostico de TDAH,  presentan  un nivel intelectual dentro del promedio poblacional, lo que implica que no debería tener inconvenientes para adquirir los aprendizajes necesarios acorde a su edad y grado escolar. Pero debido a su elevado nivel de desatención, desmotivación hacia las tareas escolares en general y su impulsividad y necesidad constante de “estar haciendo algo”, presenta pocos resultados en su rendimiento escolar. Esta conducta, en realidad, se manifiesta desde muy pequeño; sus papás lo han atendido adecuadamente y sin embargo, no han encontrado solución para  modificar esta conducta y actitud del niño, quien no sólo genera “desacomodos”, en el medio familiar, sino también en el medio social y escolar.  Le ha costado sin dudas y le cuesta, llevar el ritmo del grupo en el aula; se dispersa, habla en momentos que no corresponde, molesta a sus compañeros o asume una conducta oposicionista ante la tarea. De este modo, queda como “desconectado” de lo que se da en clase, presenta dificultades en todas aquellas tareas que requieren una atención sostenida, así como en las actividades en las que es preciso memorizar material para su posterior recuperación.  Si el  niño presenta también síntomas de hiperactividad, tendrá mayor dificultad en seleccionar datos pertinentes,  en filtrar de entre toda la estimulación que le llega, cuál es la más importante en cada momento, a cuál debe atender y cuál puede obviar; esto hace que incurra en muchos errores.  Por otro lado, y como consecuencia también de las alteraciones neurofisiológicas de este síndrome, puede quedar fijado en un detalle trivial, que logra captar su atención durante un largo tiempo, o incluso hasta obsesionarle.

Cuando las tareas requieren mayor  capacidad de abstracción, es posible que se complique aun más.  El razonamiento abstracto exige, no sólo prestar atención, sino manejar mentalmente una serie de datos, operar con ellos y buscar una respuesta. Para el niño hiperactivo este proceso resulta, en la mayor parte de los casos, sencillamente imposible, ya que le requiere poner en marcha precisamente aquellos procesos para los que está menos preparado. En su “almacén de datos” la información sólo se mantiene un tiempo corto y debe salir inmediatamente para permitir la entrada de nueva información de manera continua. Esto provoca que su memoria a corto plazo sea algo deficiente, gran inconveniente de cara a las tareas escolares más habituales. No ocurre lo mismo con la memoria a largo plazo, que suele estar muy bien desarrollada: a estos niños le cuesta mucho recordar lo que ha sucedido unos momentos antes, pero si, la información pasa al almacén a largo plazo, (bien porque el material se repita con frecuencia o porque sea de gran interés para él, podrá retenerla por más tiempo).

¿De qué modo promueven las conductas características del trastorno de hiperactividad y déficit atencional, las estructuras cerebrales y los defectos genéticos que se van encontrando? La raíz parece estribar en el deterioro de la inhibición conductual y del autocontrol,  según Barkley,R. que viene estudiando este tema desde hace varios años. El autocontrol, la capacidad de inhibir o frenar las repuestas a un estímulo, es una función crucial para la realización de cualquier tarea. La mayoría de los niños, conforme van creciendo, adquieren la capacidad de poner en práctica las funciones ejecutivas, actividades mentales que les ayudan a apartar las distracciones, fijar metas y dar los pasos para alcanzarlas.

En los primeros años, estas funciones ejecutivas se exhiben al exterior, los niños hablan en voz alta mientras juegan y hacen las actividades. A medida que crecen, comienzan a interiorizar estas funciones ejecutivas y desaparecen paulatinamente las verbalizaciones.

Las funciones ejecutivas pueden agruparse en cuatro actividades mentales:

1. La memoria operativa: tener en mente la información mientras se trabaja en una tarea.

2. La interiorización del habla, que permite a uno pensar para sí, seguir reglas e instrucciones.

3. El control de las emociones, la motivación y el estado de alerta, que ayuda a conseguir metas y diferir las emociones que nos interfieren.

4. La función de la reconstitución, que nos ayuda a ser flexibles y creativos al fragmentar las conductas observadas y volver a combinarlas en nuevas acciones.

Según las investigaciones más recientes y debido a causas genéticas, los niños TDHA  adquieren en forma deficiente, estas capacidades y en consecuencia despliegan un comportamiento y un habla excesivamente “públicos”. No son capaces de guiarse por instrucciones internas, ni de modificar su comportamiento. Su memoria operativa, o “buffer” para almacenar información que deberá utilizar en otra instancia o paso de la misma tarea que realiza, es muy lábil debido sin duda a su dificultad en prestar atención, lo que deriva en que se quede con información fragmentada, que escuche sólo parte de una consigna y por lo tanto, obtenga resultados negativos a la hora de resolver la tarea.

Inhibir, o controlar sus impulsos le resulta muy difícil, porque no ha madurado convenientemente el soporte de circuitos neurológicos que le permiten adquirir este autocontrol, de modo que podemos observar, que no pueden contener el impulso de molestar a otros niños, no quieren ir a la escuela, acatar pautas de trabajo grupal ni jugar con los demás.

Esta patología es de origen neurobiológico y no “se cura” sola, ni con los años, ni la maduración; requiere de tratamientos especializados de reeducación de las funciones cerebrales alteradas, y en muchos casos, de medicación psico-estimulante que logre mejorar sus niveles de atención y que debe ser indicada y controlada por un neurólogo  o psiquiatra de niños.  Por qué un neurólogo o un psiquiatra, por algunas razones importantes:  primero, que es frecuente que veamos en la clínica, chicos que vienen diagnosticados como TDAH, con largo tiempo de tratamientos sin resultados de progresiva mejoria, y no son TDAH, sino, Trastornos Border line de la personalidad , patologia que va aumentando su frecuencia de presentación en la sociedad, y que tiene muy mal pronóstico si no lo abordamos a tiempo y correctamente. Segundo, porque a veces la co-morbilidad con trastornos de conducta tiene tal dimensión que se debe modular su comportamiento con antipsicóticos, antidepresivos, etc, ..la medicación adecuada sólo puede evaluarla un médico especialista.

Obviamente, la medicación logra estabilizar los niveles de atención del niño y mejora su control de impulsos y su toma de decisiones, pero no alcanza para que adquiera los conocimientos de base, que por diversas razones, anteriormente expuestas, no adquirió; para ponerlo “al día” con su grupo escolar, además de la medicación necesita tratamiento especializado. Este tratamiento debe ser realizado por profesionales del área de la salud o educadores especializados en rehabilitación, no por una maestra de “apoyo escolar”, ya que al tratarse de una patología de origen neurobiológico, exige una intervención neuropedagógica e interdisciplinaria que provoque cambios en la estructura neuronal que presenta comportamiento disfuncional o alterado, es decir, sobre el sustrato neuronal de la memoria, la atención, las emociones, las funciones ejecutivas, el sistema motriz y los módulos cerebrales responsables del lenguaje y el razonamiento. Respecto al trabajo de la maestra en la Escuela, partimos de la base que todo docente da lo mejor de sí, para sacar adelante a niños que presentan determinadas dificultades en diversas áreas, más aun hoy día, cuando se tiende a la integración de chicos con diferentes capacidades.  El equipo de tratamiento externo que atienda al niño con TDAH, puede asesorar y brindar a la maestra determinados materiales, adecuar las evaluaciones que le tomarán, darle contención respecto a las frustraciones que generan este tipo de alumnos, pero consideramos que muchas veces, se depositan en las instituciones escolares, expectativas  que exceden sus responsabilidades y cometidos educacionales y ante la frustración, se tiende a subestimar y desvalorizar la labor del maestro de aula. No debemos olvidar que el rol central de la educación en valores de un niño, debe ser la familia. De lo anteriormente expuesto, se puede observar claramente la angustia, que sin duda vive este niño, quien no poder controlar su conducta y sus impulsos; como consecuencia de ello, externaliza esa angustia, sin embargo, de una forma que resulta paradójica para los adultos: con indiferencia, oposicionismo, actitudes de aislamiento, de meterse en problemas, de no poder medir las consecuencias de sus acciones. Estos chicos, en general no piden ayuda, o al menos, no lo hacen de la forma verbal que esperaríamos. Los adultos, en general, realizan una mirada rápida y desde sus urgencias por cumplir con las responsabilidades inherentes a su rol, ( padres, educadores, familia, etc), y desde esa posición tendemos a ser bastante poco tolerantes con estos chicos, quienes realmente alteran nuestro ritmo, los vínculos familiares y nuestra planificación escolar. Estos niños requieren tratamiento especializado, realizado por profesionales preparados para contenerlos y poner límites, para “educar” esas estructuras neurales que determinan su comportamiento rebelde y disruptivo, y que lo llevan a tener tan baja opinión de sí mismo. Además, trabajar junto con la familia y los docentes en las modificaciones ambientales, sociales, conductuales y cognitivas, que mejor se adecuen a las necesidades y al estilo cognitivo del niño. Niños hiperactivos y “difíciles” hubo siempre, pero la sociedad y la familia, eran antes más sólidas en el mantenimiento de determinados valores y pautas de educación y respeto; actualmente,  vemos que estas estructuras se hacen más laxas, por diversas razones.

En las entrevistas con padres de niños con TDAH, ellos mismos reconocen que el niño “se les va de las manos”, que “ya no saben qué penitencia implementar “, que “no pueden más”… Si los papás no pueden, imaginen  la frustración del maestro que procura desplegar todas sus estrategias posibles de seducción y contención, para que el niño se motive a trabajar, y el niño le presenta un muro infranqueable. La tarea por delante no es fácil, pero según nuestra experiencia, todos estos niños, si han sido bien diagnosticados, y en especial a tiempo, en la infancia, y tienen un tratamiento acorde a sus necesidades pedagógicas, emocionales  y conductuales y un buen acompañamiento escolar y familiar, salen adelante, y en algún momento de su vida y de su escolaridad, hacen ese “clic”, tan necesario y tan esperado por todos.

Prof. Neuropsic. Ing. Silvia Pérez Fonticiella.

Consultora en Neurociencias.

LIBRO: «LA CUESTIÓN ESCOLAR» – JESÚS PALACIOS

Palacios Jesus – La Cuestion Escolar -Lea aquí el texto completo del libro: «La cuestión escolar» del gran pedagogo español Jesús Palacios

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APRENDIZAJE Y GESTIÓN DE LAS EMOCIONES

Lea la nota de Eduard Punset sobre las características que debería tener la educación, a su entender, en la pag. «NOTAS INTERESANTES DE OTROS AUTORES» de este blog.

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DISCALCULIA, ALGO MÁS QUE ERRORES EN LOS CÁLCULOS

“El ser humano, aun en sus estados primarios de desarrollo, posee una facultad la cual, por no encontrar un nombre mejor, llamaré sentido numérico. Esta facultad le permite reconocer que algo ha cambiado en una colección pequeña cuando, sin su conocimiento directo, un objeto ha sido eliminado o agregado a la colección”

Esta frase la escribe Tobias Dantzing en 1954, proclamando la existencia de facultades cognoscitivas innatas en el cerebro humano, postura, que entra en contradicción con la tesis de Piaget, según la cual el cerebro humano, construye todas sus estructuras cognoscitivas por medio de un proceso dialéctico de interacción con el mundo circundante.

Stanislas Dehaene, un matemático convertido en neuropsicólogo, a partir de un análisis amplio y detallado de experimentos recientes en el campo de la neurología, apoya el punto de vista de Dantzing,  señalando que ciertas facultades numéricas se encuentran genéticamente impresas en nuestro cerebro. Estas facultades, así como nuestra capacidad para distinguir colores, son el resultado de un proceso evolutivo de adaptación por selección natural.

Se ha podido constatar a través de diversos experimentos científicos, que el sentido numérico de un niño pasa por diferentes estadios.

v  De este modo, un recién nacido, puede distinguir, dos objetos de tres, y quizás tres de cuatro, no mas allá de 4, y sus oídos, pueden notar la diferencia entre dos y tres sonidos.

v  Un bebé alrededor de los 6 meses de edad, es capaz de reconocer números pequeños de objetos o sonidos y combinarlos en operaciones elementales de sumas y restas.

v  A los 15 meses, los bebes empiezan a seleccionar espontáneamente el mayor entre dos conjuntos de juguetes, mostrando los primeros rudimentos de comparación numérica.

INDICADORES DE RIESGO RESPECTO A LA ADQUISICION DE LOS CONOCIMIENTOS MATEMATICOS EN LOS NIÑOS DE EDAD PRESCOLAR.

A  los 4 años, un niño debería poder resolver correctamente las siguientes tareas que les proponemos:

Reunimos 10 objetos, y le pedimos al niño que los cuente; allí observaremos si lo hace correctamente, si omite objetos, si agrega. Esto nos permite detectar si ha adquirido nociones de secuencia y de generación de una serie numérica.

Luego, armamos otra agrupación de objetos y le decimos que los empiece a contar, en determinado momento, le pedimos que nos diga, cuantos ha contado ya y cuantos le quedan por contar.

Observar si logra ordenar los objetos de acuerdo a sus cualidades físicas, forma, color, tamaño lo que lo llevará a poder establecer equivalencias.

A los 4 años y medio, ya es capaz de hacer comparación de diversas magnitudes, de ponderar, de poder apreciar las diferencias de peso de los objetos.

A los 5 años objetiva el tiempo, debería poder referirse a periodos de tiempo usuales, ayer, mañana, hoy.

También a los 5 años, los niños pueden llegar a hacer con rapidez comparaciones precisas entre magnitudes de números seguidos como el 8 y el 9, porque están muy familiarizados con las relaciones de sucesión numérica (“cuando me pongo a contar, el 9 viene después del 8, asi que el 9 es mas grande.”)

Para esta edad, los niños ya aplican el principio de correspondencia, es decir, aplica un número a cada uno de los objetos que enumeran y solo uno a uno.

Los indicadores de riesgo de problemas más graves, los encontraríamos si un niño a los 4 años, no logra:

Si el niño no realiza ningún intento de etiquetar cada objeto de un conjunto con una palabra para contar.

  • Si no realiza intentos de llevar la cuenta de los objetos contados y sin contar etiquetando los objetos del conjunto de una forma totalmente asistemática.
  • Si no aplica la regla del valor cardinal, es decir, reconocer que el valor numérico del  conjunto que se cuenta, se expresa por el valor cardinal final que lo representa.
  • Si no es capaz de separar hasta cinco objetos cuando se lo solicita
  • Si no puede comparar exitosamente, entre números seguidos o separados, entre el 1 y el 5.
  • Si usa arbitrariamente, determinadas etiquetas numéricas, por ejemplo, cuenta y siempre hay 3, aunque se le presenten más o menos de 3 objetos.

Existe una discusión actualmente sobre el uso del termino Discalculia respecto a generalizarlo para todo trastorno del área de las matemáticas.

Podemos definir a las Matemáticas como una ciencia que tiene por fin la formación de conceptos abstractos, independientes del material empleado y la situación real de la que surgieron y permite al individuo razonar sobre formulaciones y proposiciones. De este modo, la matemática comprende la aritmética y la geometría, por lo tanto, no se debería  usar dificultad en matemática y dificultad en aritmética como sinónimos y, menos todavía, denominar a ambas ‘discalculia’.

Por lo tanto, una clasificación de las dificultades puede ser:

* Dismatematia: Dificultad en el aprendizaje de la matemática.

*  Disaritmetia:

Dificultad en la adquisición del concepto de número y

su procesamiento.

Dificultad en el aprendizaje del cálculo  oral, escrito, o ambos- (discalculia):

Dificultad en la resolución de problemas.

* Disgeometría:

Dificultad en la adquisición de las nociones fundamentales,

su reconocimiento, inclusión de clases y clasificación.

Dificultad en el planteamiento y resolución de algoritmos

con el fin de lograr el trazado de figuras.

Dificultad en la resolución de problemas.

Las dificultades serían secundarias a:

Problemas pedagógicos o institucionales.

Problemas neuropsicológicos, alteración de las funciones cerebrales superiores.

Cognitivos:

1. Nivel intelectual.

2. Nivel de pensamiento.

3. Funciones psicológicas superiores.

a. Gnosias.

b. Praxias.

c. Lenguaje.

d. De la atención.

e. De la memoria: de funcionamiento a corto o largo plazo.

Afectivos.

Nivel socioeconómico y cultural insuficiente.

Agregamos que puede haber dificultades de causa múltiple y secundarias a una dificultad primaria o pueden agregarse una u otras secundarias o concomitantes. El hecho de que a la dificultad en la matemática se agregue una dislexia, por ejemplo, o una dificultad en las gnosias o las praxias, no quiere decir que una provoque a la otra, ya que pueden ser concomitantes, es decir, constituir una comorbilidad. Puede haber también dificultades de causa desconocida o múltiple.

Algunos neurólogos plantean que las dificultades en las matemáticas tienen un origen genético, y hay científicos en la actualidad trabajando para tratar de probar esta hipótesis.

En nuestra experiencia, hemos constatado, que las dificultades en las matemáticas nunca aparecen aisladas, por ejemplo las dificultades en la resolución de problemas, aparecen muy asociadas a dificultades en la comprensión lectora, y a dificultades atencionales, las dificultades en el cálculo aparecen habitualmente asociadas a alteraciones en el manejo del espacio que hace el chico, y funciones cerebrales que deberían haberse desarrollado correctamente en etapas mas tempranas de la niñez. Por lo tanto los tratamientos de estos chicos, siempre requieren que los profesionales a cargo, empiecen por trabajar en la potenciación de esas funciones previas que sirven de base para adquirir los conocimientos matemáticos.

De este modo, la corrección del trastorno no esta en poner al chico a hacer muchas cuentas y resolver muchos problemas, sino, primero , detectar que función cerebral que sirve de base para resolver problemas y hacer cuentas esta alterada, y trabajar sobre ella.

EL DESARRROLLO DE LAS COMPETENCIAS PREVIAS A LA COMPRENSION DEL NUMERO.

Hay determinados procesos que son fundamentales y se deben desarrollar en forma  previa y temprana,  para que el niño pueda lograr el desarrollo de las competencias logico-matematicas. Estos procesos son los que serán potenciados y desarrollados en el tratamiento de estimulación neurocognitiva, que realizado a través de software especifico da muy buenos resultados. Estos son :

  • La adquisición de conceptos
  • La adquisición de símbolos y signos necesarios para operar.
  • El desarrollo de ciertas habilidades cognitivas, (atención, memoria, comprensión verbal, razonamiento).

La base de todo aprendizaje es una forma de cambio químico o estructural en las células vivas. Pero todavía desconocemos si las señales recibidas por un organismo se codifican y almacenan como moléculas especiales y complejas o si los cambios se producen en las membranas y otras estructuras celulares.

Sin embargo, algunos científicos  han logrado poder dar cuenta de que partes del cerebro están involucradas en las diferentes tareas que tienen que ver con el lenguaje y las nociones  lógico-matemáticas.

 

Localización de las capacidades en las distintas áreas cerebrales
según Keller y Sutton 1991
REGIÓN CAPACIDAD
Hemisferio derecho Organización viso-espacial
Hemisferio dominante

del lenguaje

Habilidades lingüísticas
Áreas de asociación Hemisferio Dominante Lectura y comprensión de problemas verbales, comprensión
de conceptos y procedimientos matemáticos.
Lóbulos frontales Cálculos mentales rápidos, conceptualizados abstracta,
habilidades de solución de problemas, ejecución oral y escrita
Lóbulos parietales Funciones motóricas, uso de sensaciones táctiles
Lóbulo parietal izquierdo Habilidades de secuenciación.
Lóbulos occipitales Discriminación visual de símbolos matemáticos escritos
Lóbulos temporales Percepción auditiva, memoria verbal a largo plazo.
Lóbulo temporal dominante  

Memoria de series, hechos matemáticos básicos, sublocalización durante la solución de problemas.

 

Cómo verán, en virtud de los nuevos conocimientos acerca del funcionamiento de nuestro cerebro que nos estan brindando las Neurociencias, hace que  para elaborar  un diagnostico para conocer el origen de las dificultades del aprendizaje, asi como un correcto plan de tratamiento,  los profesionales requieran una muy buena formación en variadas disciplinas, especialmente en neurologia, ya que toda modificación de la conducta, implicará una modificación en el sustrato neuronal que la sustenta.

Esperamos contribuir con este articulo a que padres y educadores puedan profundizar sus conocimientos sobre estos complejos procesos e ir observando el desarrollo de los niños de modo de poder detectar a tiempo, las áreas mas comprometidas para lograr un buen desarrollo y adquisición de aprendizajes.

Lic. Silvia Pérez Fonticiella

Esp. en Neuropsicologia

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